Puede que te suene de la serie ¡Buena suerte, Charlie! de Los magos de Waverly Place, pero de ahora en adelante deberías ir acostumbrándote a relacionar el nombre de Bridgit Mendler con la ciencia de telecomunicación aeroespacial.
Pese a no haber abandonado la actuación o la música en ningún momento, en el año 2016 se graduó en la Universidad del Sur de California y empezó un doctorado en el MIT a la vez que se sacaba el título de abogada en Harvard, donde se convirtió en la copresidenta de la Harvard Space Law Society. Un Disney.
De estrella ex Disney a revolucionar la comunicación satelital 5u1q2j
Ahora, en compañía de su marido como CTO, y un amigo ingeniero como jefe de software, Bridgit Mendler se ha embarcado en la creación de la startup Northwood para dar solución a un problema en el que parece que nadie ha querido invertir demasiado esfuerzo durante las últimas décadas: remodelar los sistemas de comunicación que hay entre nuestros satélites y los puestos en tierra que reciben esos datos.
Mendler asegura que seguimos manteniendo los mismos sistemas de comunicación que se crearon hace más de 60 años, y eso no sólo supone una notable lentitud en las comunicaciones, sino también una considerable suma de fallos y pérdida de datos en el proceso:
"Muchos aspectos clave de la arquitectura terrestre no han cambiado mucho desde la década de 1960. El estándar de la industria es procesos de fabricación personalizados, construcción prolongada y ajustes minuciosos, solo para entregar un sistema con capacidad limitada y fallos frecuentes".
Con la intención de remodelar esas comunicaciones y adaptarlas a los tiempos que corren, el plan es dar forma a un sistema de tecnología satelital más eficiente y accesible capaz de producir en masa estaciones terrestres que puedan recuperar esos citados datos con mayor velocidad y seguridad. Northwood se ha ganado ya varias colaboraciones con empresas como la Elon Musk, y acumula más de 6 millones de dólares en inversión.