Desde que su moneda empezó a caer, Japón se ha convertido en el destino turístico por excelencia. Las hordas de visitantes están siendo tan grandes que, acostumbrados a su peculiar paz, hasta los propios japoneses empiezan a preguntarse si les compensan los ingresos que reciben por ello. Sin embargo, este verano van a comprobar hasta qué punto van a echarlos de menos porque parte de sus reservas han caído hasta un 83% respecto al año pasado.
Tal y como recogen distintos análisis de muestreo, países que habían puesto el foco en viajar a Japón durante los últimos meses, con Corea del Sur, Taiwán y Hong Kong a la cabeza por su cercanía, de la noche a la mañana han empezado a desaparecer de las previsiones. Nadie quiere pisar el país nipón durante los próximos meses y la culpa es de un desastre que ni siquiera ha ocurrido, el que narra un manga que pasó por las estanterías sin pena ni gloria hasta que profetizó el terremoto de 2011.
El Futuro que Vi tiene una explicación 383t5g
Vestido de relato en el que su autora habla de sueños que terminan volviéndose realidad, Watashi ga Mita Mirai saltó a la fama al producirse el seísmo y posterior tsunami que asoló la costa de Japón en marzo de 2011. Tras lo ocurrido, la prensa y la televisión fijaron la vista en la portada del citado manga, donde se incluía la frase "El gran desastre ocurrirá en marzo de 2011". Lo impactante de la afirmación es que ese manga llevaba publicado desde 1999.
Tras la lamentable casualidad, el público se agarró al manga como una ventana al futuro capaz de pronosticar otros desastres, así que empezó a analizar la obra de su escritora, Ryo Tatsuki, en busca de otros ejemplos que alimentasen aún más esa leyenda. Freddie Mercury, la princesa Diana, el 11-S de 2001… Había predicciones para todos los gustos y, tras ocurrir lo propio con la pandemia del COVID, la editorial detrás del manga vio el cielo abierto.

Con una recopilación que recogía toda la obra y predicciones de Tatsuki, en 2021 lanzaba una reedición completa en la que se modificaba la portada para incluir otra advertencia "El verdadero desastre llegará en julio de 2025". Ni internet ni el mundo de la televisión necesitaba más para crear un fenómeno alrededor, así que con la adaptación a mercados extranjeros como los de Corea del Sur y Hong Kong, el círculo terminó de cerrarse.
Ahora ya retirada, la autora ha tenido que volver a la vida pública para aparecer en entrevistas aclarando que está contenta de haber concienciado sobre el preparacionismo respecto a posibles desastres, pero que su obra es sólo una reflexión y no pretende ser un libro de profecías. Mientras empuja a "escuchar a los expertos", la popularidad del manga ha hecho que las reservas a Japón caigan en picado y que hasta la embajada China llame a la calma. Es un claro caso de hiperstición.
Ni Los Simpson ni los mangas profetizan nada 475330
De la mano de profecías como las de Los Simpson o incluso las de los memes de internet, la hiperstición se ha hecho un hueco en la cultura popular como una forma de explicar estas surrealistas predicciones autocumplidas. Si la superstición es el miedo irracional que nos empuja a asignar características sobrenaturales a un objeto o suceso, por ejemplo que un gato negro provoque que tenga mala suerte, la hiperstición lleva esa filosofía a la mezcla de ficción y realidad.
Tal y como ocurre con el pavor que provocan los sueños de Tatsuki en la obra para evitar que la gente sufra las consecuencias de un posible desastre, ese mismo miedo ha traspasado las fronteras de la ficción para convertirse en una realidad cultural. No hay una profecía cumplida en lo que a desastres naturales se refiere, sólo una casualidad, pero la hiperstición ha llevado a que si muchos creen que va a ocurrir un desastre en julio de 2025, las cancelaciones de viajes y el preparacionismo alrededor de ese tsunami den vida a la idea.
Lo que hay en realidad detrás del caso del manga y los desastres proféticos es un fenómeno conocido como apofenia, un mecanismo cerebral que, a base de buscar patrones y significados en nuestro día a día, a menudo cae en el error de conectar puntos aleatorios que no responden a ninguna lógica. Si algo que hemos leído termina ocurriendo por pura casualidad, lo recordaremos con más fuerza que todas las otras veces que esas predicciones no acertaron.
Sumemos aquí otro concepto ampliamente estudiado que se dio a conocer como el efecto Forer, donde ideas como las de un gran desastre terminan interpretándose en base a sucesos más específicos. Si hablamos de conceptos genéricos como "hoy te van a sorprender", es fácil que la gente termine encontrando cierta particularidad en ellos, y es algo que desde los antiguos oráculos hasta los horóscopos actuales llevan siglos explotando. Aunque probablemente no nació con esa intención, el citado manga es, a día de hoy, otra forma de capitalizar ese absurdo.
Imagen | Alexandre Coimbra en Midjourney
En 3DJuegos | Japón se ha tragado su chovinismo con una medida insólita: apoyarse en Corea del Sur para conseguir su bien más preciado
Ver 0 comentarios