Chema Mansilla
Editor - Cine y TVLa saga John Wick ha sido, desde su inicio, un fenómeno revolucionario dentro del género del cine de acción.. Una revolución visual y narrativa que redefinió el género desde su primer disparo en 2014. Una década después algo nos enseña Ballerina, el primer spin-off oficial de este universo: la saga John Wick no necesita clichés ni a John Wick. No me entendías mal, me encanta Keanu Reeves. El actor ha construido una leyenda alrededor de su personaje. Pero no, no es indispensable y creo que en esta nueva película no pintaba nada más allá de ser un reclamo comercial.
Con Ballerina, dirigida por Len Wiseman y protagonizada por Ana de Armas, la franquicia se atreve, por fin, a dar un paso adelante y darle un merecido descanso a Keanu, a quien el paso de los años empieza a pasarle factura en este tipo de papeles. Esta película no solo encaja perfectamente en el mundo que construyó Chad Stahelski, sino que lo expande con una voz propia, sin renunciar a esas señas de identidad de la franquicia, desde el uso del color, a la fotografía y, por supuesto, las coreografías.
Lo verdaderamente revolucionario de Ballerina no es su conexión con John Wick y cómo expande su mitología. Es su capacidad para construir algo tan potente que, si me apuras, podría haber sobrevivido sin necesidad de usar el nombre de Wick como respaldo. Y es que Ballerina es, posiblemente, la mejor película de acción desde John Wick: Capítulo 4. Y eso es decir mucho.
"Te asfixiaré con mi malla de ballet": Y bailaré sobre tu tumba
Ballerina se integra perfectamente en el universo Wick, situándose entre John Wick 3 y 4, ampliando la mitología criminal y desplegando un esperable argumento de venganza: Eve Macarro, una asesina formada desde la infancia por la mítica Ruska Roma (la misma que moldeó al legendario John Wick), sigue un camino de sangrientas coreografías que redefinen el cine de acción. Con Ana de Armas dando vida a una protagonista que sabe darle una vuelta a determinados clichés, el reparto recupera nombres conocidos de la serie John Wick como Keanu Reeves, Ian McShane, Lance Reddick, Anjelica Huston y Gabriel Byrne en una producción espectacular liderada por Len Wiseman, los guionistas Shay Hatten y Emerald Fennell, la fotografía de Romain Lacourbas y la música electrizante de Tyler Bates.
Si crees que necesitas a tu viejo protagonista es que no confías en el nuevo. Y no lo comprendo
Y es justo decir que aquel que busque respuestas a por qué se levanta triste por las mañanas, por qué el mundo es injusto o cuestiones complejas, no va encontrar respuestas en esta película. A no ser que la respuesta que busques sea la de ponerte a pegar tiros por ahí, en cuyo caso lo recomendable sería no ir al cine, sino acudir a un especialista y acudir a las autoridades. Esto es cine de acción puro y duro, pero la "crème de la crème" del cine de acción. Entretiene, emociona y tiene sus limitaciones argumentales. Tal vez se pueda hacer mejor, pero en este caso creo que nadie lo va pidiendo, ¿verdad?
Ana de Armas y el lanzallamas: el nuevo lenguaje de la acción
Uno de los momentos más comentados del tráiler de Ballerina es ese en el que Ana de Armas utiliza una lanzallamas contra sus rivales. Parece algo muy exagerado, propio de las extravagancias del cine de acción de finales de los 80. Ya sabéis, motos con lanzacohetes y esas cosas. Es un gesto tan absurdo, tan desmesurado y tan gloriosamente cinematográfico que parece salido de un sueño febril entre John Woo y George Miller. Y funciona. Vaya si funciona. De hecho es la clave de Ballerina, porque claro, una saga de este tipo tiene que innovar y mejorar su apuesta por el espectáculo para sorprender a los espectadores.
En este caso, la fórmula John Wick (y su mitología) es tan efectiva ya desde hace años que parece difícil mejorarla, pero la gran idea de Ballerina es cómo esta novedad en el arsenal se integra en los esperable de un nuevo capítulo de la serie. Así que me parece un buen ejemplo de cómo Ballerina se integra en la saga: armas nuevas, las reglas de siempre. Ese simple gesto encapsula toda la filosofía de Ballerina: espectáculo sin complejos, creatividad por encima de la fórmula y respeto por la herencia de la saga. Ana no se limita a repetir patrones, aporta su propia sensibilidad a este universo plagado de tipos rudos y asesinas de ojos muertos.
Ana de Armas, más allá de la "chica Bond"
Ballerina también sirve para confirmar algo que muchos intuíamos desde Sin Tiempo Para Morir: que Ana de Armas estaba preparada para mucho más que ser la chica mona de turno en una franquicia de acción. En apenas unos minutos, el personaje Paloma le robaba la película a James Bond. Ahora, con Ballerina, tiene todo el espacio que necesita para brillar… y lo hace con una potencia devastadora.
Su Eve es un personaje lleno de rabia, determinación y dolor. Entrenada por la Ruska Roma y marcada por una tragedia familiar, emprende una misión de venganza con un nivel de brutalidad que ni el mismísimo John Wick se habría atrevido a firmar en su primer asalto. Aquí no hay concesiones. Cada pelea es sucia, física, brutal. Cada plano está pensado para demostrar que Ana puede, y debe, liderar el futuro del cine de acción. Pero eso es lo que uno espera cuando paga la entrada para er esta peli, ¿verdad? Donde sorprende Ana es que no es un personaje consumido por la venganza, como John Wick, sino motivado por saber la verdad sobre su pasado y hacer justicia. Parece un detalle muy tonto, pero supone una gran difrencia y cero que Ana de Armas sabe evidenciar esa difrencia con au actuación.
Esa integridad del personaje se desarrolla en paralelo a otro aspecto de la película que me ha gustado mucho, y es que Ballerina no cae en la trampa de sexualizar a su protagonista ni de utilizarla como excusa para convertir la película en un anuncio de Victoria's Secret salpimentada con pólvora. Bueno, pólvora hay un rato largo, pero Eve es una mujer compleja que marca el ritmo de su historia y que no espera a que nadie la rescate. Ella es quien rescata, destruye, reconstruye y prende fuego a las cosas. O al menos esa es la idea, pero hay un problema: alguien pensó que no era suficiente y que en realidad sí que necesitaba la ayuda de John Wick.
Un universo que debería confiar más en su nueva protagonista
Uno no puede evitar preguntarse: ¿va a funcionar Ballerina sin atarse al nombre de John Wick? ¿Sin incluir a Keanu Reeves? La respuesta, honestamente, es sí. Porque todo lo que en esta película tiene que ver con John Wick pegando tiros me parece un pegote, un añadidos de última hora. No sé si para evitar dañar masculinidades frágiles o simplemente porque Reeves es el reclamo publicitario más a mano para esta película. En cualquier caso, creo que Ana de Armas se vale sola, y que Eve es un personaje lo suficientemente sólido e interesante como para no tener que recurrir a John Wick.
Lo que me gustaba de esta propuesta era que podría desarrollarse en el mismo Universo de John Wick sin John Wick, bebiendo de su mitología sin recurrir a la imitación, que creo que fue el mayor problema de la fallida The Continental. El problema no es narrativo, o que Ana de Armas no sea capaz de sostener la película ella sola, es industrial. Porque lo que revela esa dependencia es un miedo muy real en Hollywood: el temor a apostar por nuevas ideas si no están respaldadas por viejos iconos masculinos que satisfagan las expectativas de un público que mayoritariamente tiene un gran pánico al cambio. Ya no digamos si el cambio es una joven capaz de medirse de tú a tú con John Wick. Creo que es un poco lo que pasó con Furiosa.
¿Irá el público en masa a ver una película de acción protagonizada por una mujer, por muy brutal y espectacular que sea? La historia reciente no invita al optimismo
Es una pena, porque Ballerina habría sido una joya incluso sin John Wick. Incluso comprendiendo la idea de que se quiera dar un relevo generacional, tal relevo nunca llega a darse si al final se trata de hacer de Wick el protagonista. De hecho, su mejor parte es cuando Ballerina deja de mirar hacia atrás y se lanza de cabeza a su propio caos. Cuando se atreve a ser algo distinto. Cuando deja de rendir homenaje al pasado y decide, directamente, pisotearlo con patines de hielo y fuego. Es una cuestión de confianza en tu película: Si crees que necesitas a tu viejo protagonista es que no confías en el nuevo. Y no lo comprendo, porque Eve Macarro es un personaje estupendo. El universo John Wick tiene tanto potencial que no necesita perpetuar las acrobacias balísticas de su protagonista original para seguir expandiéndose. Necesita valentía. Necesita más Ballerina.
Que no le pase lo mismo que a otras heroínas del género
Ahora bien, la gran incógnita está en el público. ¿Responderá? ¿Irá en masa a ver una película de acción protagonizada por una mujer, por muy brutal y espectacular que sea? La historia reciente no invita al optimismo. Salt, con Angelina Jolie, fue un intento digno pero algo olvidado. Lucy, con Scarlett Johansson, se convirtió en una rareza de culto. Y la estupenda Atómica, con Charlize Theron, sigue siendo una de las mejores películas de acción de la última década… y también una de las más infravaloradas.
La diferencia ahora es que Ballerina llega con el respaldo de una franquicia de éxito, y eso puede marcar la diferencia. Pero no debería ser solo eso. Debería ser el talento de Ana de Armas, la fuerza de su personaje, la creatividad de sus escenas de acción y la solidez de su propuesta lo que lleve a la gente al cine. Hollywood necesita más películas como esta. Más chicas con lanzallamas. Tarantino lo hizo con Uma Thurman y Kill Bill y la jugada no pudo salir mejor.
Una lección que Hollywood debería aprender
Ballerina no debería ser solo un spin-off, debería ser la nueva dirección a seguir por una magnífica saga de acción que necesita renovarse. El problema es que nunca lo logrará si quienes toman las decisiones siguen pensando que el éxito de la misma depende solo y exclusivamente de Keanu Reeves y su personaje. Entiendo el reclamo que supone Reeves de cara al gran público.
El universo John Wick tiene tanto potencial que no necesita a su protagonista original. Necesita más Ballerina
Comprendo que hacer una película del mundo de John Wick, sin John Wick, da un poco de vértigo, especialmente a los inversores y productores. Pero son los primeros que deberían entender que Keanu solo es eterno en nuestros corazones de fan. Lo que resulta curioso es que han dado con una solución: No hace falta clonar a Keanu Reeves para mantener vivo su universo. Creo que no la han sabido ver.
Ballerina se estrena en cines el próximo 6 de junio. Y si te gusta el buen cine de acción, no deberías perdértela. Porque el futuro del género no está en los nombres del pasado, sino en las llamas que empiezan a arder en esta nueva entrega. Y, créeme, vas a querer ver cómo arde todo.
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